top of page

14 Maneras De Practicar El "Slow Living"

  • Foto del escritor: MIALIFE
    MIALIFE
  • 16 ago 2024
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 21 ago 2024





El “slow living” es una filosofía de vida que aboga por vivir con atención plena, enfocando todos los sentidos en el presente. Se trata de disfrutar cada momento y dedicar el tiempo necesario a cada tarea para hacerla bien y sin prisas.

Este movimiento nació en los años 80 como una respuesta al estilo de vida acelerado que muchos llevaban, marcado por la urgencia y la acumulación de tareas. Los seguidores del “slow living” buscan hacer menos cosas, pero disfrutarlas de verdad. Un ejemplo de esto son los restaurantes ‘slow food, donde la comida se saborea con calma, a lo largo de varias horas.


El concepto de “slow living” está estrechamente relacionado con el movimiento “slow food”, que fue iniciado por el periodista italiano Carlo Petrini en 1986. Petrini fundó el movimiento como una respuesta a la apertura de un restaurante de comida rápida en Roma, defendiendo la importancia de la comida local, la producción tradicional y un ritmo de vida más pausado.


Aunque Petrini se centró principalmente en la alimentación, su filosofía influyó en la expansión de la idea del “slow living” a otros aspectos de la vida, como el trabajo, la educación, el consumo y las relaciones personales. Este estilo de vida propone darle a cada cosa su tiempo y reservar un espacio para cada actividad, evitando la multitarea y enfocándose en la calidad más que en la cantidad.


Frases como “cuando como, como y solo como”, “cuando duermo, duermo y solo duermo”, “cuando estudio, estudio y solo estudio” y “cuando trabajo, trabajo y solo trabajo” encapsulan perfectamente esta filosofía.



Consejos para incorporar el ‘slow living’ en tu vida


Aunque no siempre sea posible adoptar plenamente el ‘slow living’ debido a las exigencias diarias, es recomendable dedicar un pequeño porcentaje de tu tiempo a esta práctica. Aquí tienes algunos consejos para empezar:


1. Despierta sin prisas: Comienza el día con calma, evitando el uso del teléfono y dedicando unos minutos a respirar profundamente o meditar.


2. Saborea tu comida: Come despacio, disfrutando de cada bocado. Presta atención a los sabores y texturas, y evita las distracciones mientras comes.


3. Reduce la multitarea: Concéntrate en hacer una cosa a la vez. Esto te permitirá hacer las tareas con mayor calidad y disfrutar más del proceso.


4. Practica la gratitud diaria: Dedica unos minutos cada día para reflexionar sobre lo que agradeces. Esto te ayudará a mantener una mentalidad positiva y centrada.


5. Haz pausas conscientes: A lo largo del día, toma pequeños descansos para respirar, estirarte o simplemente disfrutar del entorno.


6. Disfruta de la naturaleza: Sal a caminar, haz una excursión o simplemente pasa tiempo al aire libre. Conectar con la naturaleza te ayudará a relajarte y reducir el estrés.


7. Simplifica tu espacio: Deshazte de lo que no necesitas y organiza tu hogar y lugar de trabajo para crear un ambiente más tranquilo y ordenado.


8. Crea rituales diarios: Establece rutinas que te permitan disfrutar de actividades simples, como leer antes de dormir, tomar una taza de té en silencio o escuchar música relajante.


9. Desconecta de la tecnología: Establece límites para el uso de dispositivos electrónicos, especialmente las redes sociales, y dedica tiempo a actividades sin pantallas.


10. Dedica tiempo de calidad a tus seres queridos: Pasa tiempo con amigos y familiares sin distracciones, prestando atención plena a las conversaciones y momentos compartidos.


11. Practica el ‘slow food’: Cocina con ingredientes frescos y saludables, disfrutando del proceso de preparación sin prisas.


12. Planifica con intención: Organiza tu día para que las tareas importantes tengan el tiempo necesario. Evita sobrecargar tu agenda y deja espacio para la improvisación y el descanso.


13. Cuida tu mente y cuerpo: Practica yoga, meditación o ejercicios de respiración para mantenerte mas relajada y reducir el estrés.


14. Adopta un enfoque minimalista: Reduce el consumo innecesario y enfócate en adquirir solo lo que realmente necesitas, priorizando la calidad sobre la cantidad.


bottom of page